Siempre que se cumplan determinadas condiciones, es posible que la empresa realice una modificación sustancial de condiciones de trabajo.
En primer lugar, hay que resaltar que solamente se entienden como modificación sustancial de condiciones de trabajo las que afectan a jornada de trabajo, horario y distribución del tiempo de trabajo, régimen de trabajo a turnos, sistema de remuneración y cuantía salarial, sistema de trabajo y rendimiento o funciones.
Esa modificación se debe comunicar a las personas trabajadoras por escrito y con un preaviso de 15 días, teniendo en cuenta que estas tienen el derecho de reclamar que una vuelta a sus condiciones anteriores o a resolver su contrato de trabajo con unos efectos indemnizatorios de 20 días por año trabajado.
La ley establece que el máximo de horas de una jornada laboral no puede ser mayor de 9 horas diarias en el caso de los adultos y de 8 horas en el caso de los menores de 18 años.
El cómputo total semanal de horas se establece en 40 horas.
No se puede compensar las vacaciones no disfrutadas por dinero, salvo si se produce la extinción del contrato.
El máximo de horas extraordinarias que una persona puede realizar de manera anual es de 80 horas salvo que el convenio de aplicación indique otra cosa.
En caso de despido las personas trabajadoras podrán impugnar la decisión empresarial en el plazo de 20 días hábiles (no contando sábados ni domingos) desde el cese en el trabajo.
Cada convenio colectivo establecerá en que grupo ha de estar encuadrado cada empleado/a de acuerdo con el trabajo que efectivamente desempeña en la empresa. El contrato de trabajo ha de corresponderse con el trabajo realizado. Si no es así, se entiende celebrado en fraude de Ley.
Si quieres mantener una actividad profesional a largo plazo y facturar a clientes, entonces tienes que darte de alta como autónomo/a. De lo contrario, puedes tener problemas con Hacienda y con la Seguridad Social.
Si ya te has decidido a trabajar por cuenta propia, te preguntarás cuáles son los pasos que debes dar para poder comenzar. En primer lugar es necesario que realices el alta en Hacienda, con los modelos 036 y 037 y en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social (RETA).
Sí. La legislación española permite la pluriactividad, es decir, que una misma persona esté dada de alta en la Seguridad Social por estar trabajando en una empresa y al mismo tiempo esté dado de alta como autónomo/a, cotizando y tributando por separado cada una de las actividades en la Seguridad Social y en la Agencia Tributaria.
Sí. Las personas que trabajen por cuenta propia tiene permitido contratar a familiares directos en su negocio siempre y cuando se cumpla la normativa vigente, que obliga a ciertos procedimientos dependiendo de si el familiar convive con ella o no.
Desde 2023 la cuota de autónomos ahora depende de los ingresos reales que tengas mes a mes, pudiendo pagar una cuota mínima de 230€.
Hay gastos que puedes deducir siendo trabajador/a por cuenta propia. Aquí es donde entran en juego todos esos gastos ligados a tu actividad como pueden ser herramientas (por ejemplo: un ordenador, una cámara o un teléfono), programas o incluso dietas en algunos casos.
Desde el año 2019, en virtud del Real Decreto 8/2019, todas las empresas, con independencia de su sector y tamaño de su plantilla tiene la obligación de registrar la jornada de las personas trabajadoras.
Este registro deberá incluir el horario concreto de inicio y finalización de la jornada de trabajo de cada persona.
El método de registro es múltiple, pero debe tenerse en cuenta que no debe suponer ningún coste a los/as asalariados/as, ni debe realizarse a través de datos biométricos.
Dentro de unos mínimos, fijados por el convenio colectivo de aplicación, se puede fijar el salario libremente.
La movilidad funcional para la realización de funciones, tanto superiores como inferiores, no correspondientes al grupo profesional sólo será posible si existen razones técnicas u organizativas que la justifiquen y por el tiempo imprescindible para su atención. La empresa deberá comunicar su decisión y las razones de ésta a la representación legal de las personas trabajadoras.
Si una empresa no cuenta con un plan de igualdad y tiene más de 50 personas empleadas, está incurriendo en un delito que puede conllevar sanciones económicas altas.
Depende del despido que se le aplique al caso concreto. Si se trata de un despido disciplinario, no hace falta preavisar. En el resto de despidos, hay que hacerlo con 15 días (salvo que el convenio colectivo establezca otro plazo). Si no se preavisa, se debe indemnizar a la persona trabajadora por los días legalmente establecidos.
El traslado de las personas que no hayan sido contratadas específicamente para prestar sus servicios en empresas con centros de trabajo móviles o itinerantes a un centro de trabajo distinto de la misma empresa que exija cambios de residencia requerirá la existencia de razones económicas, técnicas, organizativas o de producción que lo justifiquen.
La decisión de traslado debe ser notificada por el empresario al trabajador, así como a sus representantes legales, con una antelación mínima de treinta días a la fecha de su efectividad.
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